...Y SE PRIVATIZÓ EL AGUA

                     El pleno de ayer en el ayuntamiento de Castrillón, ha demostrado, que en nuesro municipio existe un elemento que distorsiona el debate político de manera constante. Cualquiera que examine la hemeroteca de los últimos años encontrará algo en común a cualquiera de las sucesivas legislaturas: los continuos bandazos del Partido Socialista, su endémica situación interna, sus intestinas luchas por el poder. Estas, siempre han sido las causas de las tensiones municipales con unos u otros grupos. 

Un Partido Socialista que no ha asumido, y de ello hace ya tres legislaturas, su condición de partido minoritario en el pleno municipal. Eso, y una mala estrategia de soterrada confrontación con Izquierda Unida, no comprendida por la mayoria social de izquierdas del municipio, es lo que los ha situado en dicha posición. La falta de autocrítica, y no pocas veces de coraje para resolver sus poblemas internos han favorecido las continuas apariciones de corrientes criticas, ejecutivas dimisionarias, grupos municipales díscolos  que en las tres últimas legislaturas acabaron con concejales abandonando sus filas. Todo ello con la anuencia de una Federación Socialista Asturiana que o deja la Agrupación  de Castrillón a su deriva, o bien cuando interviene acaba por sentar las bases de una nueva confrontación interna en sus filas (véase últimos acontecimientos).

A veces, un partido debe implosionar para resurgir de sus cenizas. Mucho me temo que ese es el camino que han escogido sus actuales dirigentes. Pero en el camino se van dejando mucho, y a muchos. Y si los ciudadanos de Castrillón comienzan a reflexionar en el mismo sentido, las próximas municipales son cosa de dos (IU o PP), y tal vez eso sería lo mejor.