martes, 6 de octubre de 2015

LAS BASES DE IU MERECEMOS UN RESPETO

Es una opinión personal, aunque creo compartida por muchos de los que hoy, como militantes de Izquierda Unida, asistimos atónitos al espectáculo ofrecido por la dirección de nuestra organización. A escasos tres meses de una elecciones generales que todo el mundo coincide en calificar como cruciales para el devenir político y económico de nuestro país, la duda se extiende en cuanto a cuales van a ser las siglas con las que concurramos al proceso, cuál será el candidato y por ende el resto de la candidatura que las represente, amen del programa, base fundamental de toda nuestra acción política. Comprenderán aquellos que detentan responsabilidades en la dirección que, con estos mimbres, el panorama es desolador, desmovilizador y desilusionante.

Comprobamos - y sigue siendo una mera opinión personal-, como aquellos que hoy debieran comportarse como referentes marcando el camino a seguir, se emboscan en discusiones estériles. Estériles, pues así se denomina a aquello que no da fruto, tierra labrada en baldio. Las noticias que provienen de los Consejos Políticos Federales o autonómicos contribuyen a la confusión, semana sí, semana también. Se ha perdido la noción de que el gran activo de Izquierda Unida está en sus bases. Bases a las que se ha relegado a meras espectadoras de un proceso a las que, más allá de declaraciones de intenciones, no se consulta. No se consulta, por la vía de decisiones ya tomadas en otras instancias que caen en cascada a nuestras asambleas y por la vía de la ausencia de una verdadero debate que invierta la toma de decisones en la organización. Es decir, qué queremos como militantes, para Izquierda Unida.

De este modo, el debate de la confluencia sí o no, es un debate que se da entre un número limitado de personas que obvian, cuando no desprecian, la opinión de una mayoría, militantes de base, que en un sentido u otro aportaría una discusión serena y más sosegada, lejos de intereses que nos son ajenos. Ajenos, porque más allá de candidatos y cuotas de representación, quince días antes del 20 de Diciembre, saldremos como siempre, como toda nuestra historia, a llenar nuestras localidades de carteles, buzonear nuestros programas, explicar nuestra alternativas.

No sabemos a que lado mirar. Por todos lados, fieles al otoño, y a las lluvias que empapan nuestros bosques, plataformas de todo tipo y pelaje crecen como champiñones o perretxikos. En todas ellas, algún notorio representante asoma sombrero y anillo, cual seta silvestre. Y es hora, compañeros. Ya es hora de que las riendas de la organización vuelvan a la militancia, verdadero ejemplo en tiempo de tan mediocre debate de nuestros representantes en la dirección.


Frenan Alvarez

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