jueves, 15 de mayo de 2014

DEFENSA DEL PROYECTO COMUN



Acepciones de la palabra “defensa” en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua:

  1. Acción y efecto de defender o defenderse.

Opino: Le es legítimo a quién se siente atacado o agredido. Pongamos, por ejemplo, que algunos compañeros de Izquierda Unida en Asturias, sienten que la resolución judicial de la sentencia que ha recaído sobre nuestro compañero Ángel González y el papel desempeñado por la dirección de la Organización en dicho caso, atacan los principios que debemos definir de cara a la sociedad. Les sería legítima la defensa de dichos valores. Nadie en su sano juicio opinaría lo contrario. ¿Aún cuando las manifestaciones públicas de dicha defensa pusieran en peligro el resultado en las europeas? Dudo que a ninguno de los coordinadores de las diferentes localidades de Asturias les gustase que alguno de sus militantes resolviera en los medios de comunicación lo que de manera legítima y deseable deben defender en el seno de las organizaciones.

  1. Arma, instrumento u otra cosa con que alguien se defiende en un peligro.

Opino: El arma de defender en los medios de comunicación nuestras ideas es importante de cara a mostrar a la sociedad el proyecto que defendemos. Máxime cuando lo que se comparte es un propósito común, en el que lo que nos une es mucho más que lo que nos separa. ¿Es legítimo trasladar a la sociedad la opinión de que aquello que nos separa es mucho más que lo que nos une, poniendo en peligro el objetivo último de la transformación social? Sin apoyo ciudadano, y a día de hoy lo dan las urnas, difícilmente se dará esa transformación.

  1. Amparo, protección, socorro.

Opino: La trayectoria de nuestro compañero Ángel González es de sobra conocida para el conjunto de la militancia. Su trabajo, a lo largo de los años, desde la militancia, desde los cargos orgánicos o desde los cargos públicos, es y ha sido ejemplo para muchos militantes. No debemos olvidar las curiosas circunstancias en las que se ha desenvuelto todo el proceso. Pero aún y así, evitando caer en la justificación de los actos, máxime cuando ha recaído sentencia judicial...¿está justificado ir más allá de la necesaria dimisión de nuestro compañero por una errónea resolución “administrativa”, pidiendo incluso la celebración de una asamblea extraordinaria, olvidándonos de su trayectoria y de que hace unos meses algunos compartían silla, mesa e incluso mantel? Nuestro código de conducta está muy por encima del de nuestros adversarios políticos. El compañero Ángel necesita del amparo, protección y socorro de esta organización, se lo debemos. Compañeros que como él, han desempeñado importantes responsabilidades políticas internas o en el ámbito público, son activos importantísimos de la Organización, que deben de servir de ejemplo (al que es necesario que contribuyan con su ejemplaridad) y formación a nuestras bases. Por ende, la organización no puede caer en el desamparo y desprotección por parte de la militancia. Como la gripe, sería saludable curar la enfermedad en cama, es decir, en nuestros órganos internos de decisión y debate. De lo contrario quizás transmitamos al ciudadano, no que seamos una alternativa, sino que tenemos una enfermedad, para que no se acerquen a nuestra casa o forzar cambios más allá de la enfermedad.

  1. Jugada del tresillo en la que un jugador sustituye en sus derechos y deberes al hombre que rinde la jugada.

Opinión:  ¿Estamos jugando al tresillo? ¿Cuántos jugadores hay? ¿Se están repartiendo ya las bazas -alguien ha pedido una Asamblea extraordinaria-? En todo esto sería bueno saber si alguien está pensando en lo que nos estamos jugando en un momento de importantes cambios sociológicos en el que deberíamos actuar como un referente político. Lo importante es el proyecto que siempre hemos defendido. Lo haya encabezado Gaspar, Jesús o Orviz. Diferentes nombres, pero siempre en continua lucha contra este sistema. Quien lo encabece es importante, pero ¿a costa de dilapidar el crédito de la organización o de un compañero?

  1. Mecanismo natural por el que un organismo se protege de agresiones externas.

Opinión: La organización en la que militamos es una organización incómoda para los intereses económicos que operan en este país. Estaríamos ciegos si no viésemos que esa agresión opera en todo los órdenes sociales: político, económico, jurídico…Con ciertas actitudes quizás les estemos abriendo camino a esos actores, y contribuyendo a afianzar ese orden.

  1. Cada uno de los jugadores que forman la línea de defensa.

Opinión: En éste contexto, cada uno de los militantes somos la línea de defensa del proyecto de Izquierda Unida. Con nuestras actitudes y nuestro comportamiento. Por encima de cualquier interés personal. Nuestra organización está dirigida por los Órganos Colegiados de los que nos hemos dotado en nuestros Estatutos. Sus decisiones son tomadas de manera democrática, con amplio debate. Las mismas deben ser acatadas por la militancia, cuando se pida la dimisión de un compañero –como es el caso- pero también cuando así no lo crean necesario o, en cualquier otro ámbito que les corresponda. Es la misma responsabilidad. La misma obligación. Pretender obtener réditos de algún tipo dice muy poco de quien detente esa pretensión. Tanto para afianzar mayorías como para construirlas nuevas.

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